Introducidas por amigos en una clínica ginecológica de buena reputación, las niñas necesitadas acudieron rápidamente aquí para diagnosticar su afección. Sin embargo, cuando vine aquí, se reveló la verdad: esa clínica no tenía tanta reputación como la presentación, especialmente con un médico muy astuto y pervertido. Después de examinar la sensible parte superior, le pidió al asistente que se fuera para poder cuidar solo del resto de la parte inferior de la paciente. Pensando que estaba examinando áreas privadas, las chicas confiaron mucho en él y no dudaron en dejarlo trabajar libremente allí, pero esta confianza fue la razón por la que reveló su naturaleza lujuriosa y lujuriosa. Empezó a chupar, lamer y poco a poco a introducir su pene dentro de ella hasta que las chicas se dieron cuenta de que ya era demasiado tarde.
